miércoles, 21 de agosto de 2013

Flor.

Tengo ganas de escribir sobre muchas cosas pero  de todas las opciones la elijo a ella: mi compañera de facultad.
Me acerqué a hablarle porque la vi sola y perdida, más o menos como estaba yo, las primeras semanas del primer cuatrimestre de mi primer año en Capital Federal viviendo lejos de mi familia. Primer, primero, primera.
Durante la primer semana, en la clase de Expresión Oral y Escrita I, ella leía en voz alta frente a toda la clase (un grupo de ¿50, 60 alumnos? no sé, me acuerdo que éramos muchos) y la profesora Beatriz (pelo rojo, lentes,de baja estatura, rechoncha), le dijo a boca de jarro " me parece que tenés un problemita de coordinación, me parece que sos disléxica".
Ella se sentó con la mirada baja y la cara más roja que un tomate y supongo que en ese momento quiso desaparecer (más tarde me enteré que lloró mucho por la humillación que sintió ese día). Le hablé en el recreo y ese fue el principio de todo.
Era de Bahía Blanca, del interior como yo, vivía con su hermano mayor en un departamento en Belgrano y era tímida  aunque  a medida que nos fuimos conociendo descubrí que no tenía reparos en hablar de nada, de NADA.
Hicimos millones de trabajos prácticos juntas, salimos, nos emborrachamos, lloramos, estuvo cuando falleció mi tío, cuando las cosas se me hacían difíciles, nos alejamos, volvimos a acercarnos, me escuchó, me abrazó y se rió con todas las pavadas que le decía, almorzamos, cenamos, dormimos juntas, pasamos la etapa de "me enamoré, me dejó, me pelee, discutí, lo amo igual" , tomamos cafes, comimos entrerrianos, se enfermó, se curó, hablamos de sexo hasta que nos dolió la pansa de tanto reírnos, me vendió al mejor postor la primera noche que salimos acá, me "cagó a pedos" cuando lo tuvo que hacer, me consoló, entendió cuando no tenía ganas de hacer nada, le "sacamos el cuero" juntas a muchas personas solamente por diversión ( y también porque realmente nos caían mal).
Ella es Flor:  un poco rubia, (si, poco, no me jodas, no sos lo que se dice rubia rubia), bajita (habló la que mide 2 metros), chiquita pero con un corazón enorme.
Una vez una profesora en la secundaria me dijo "las personas que conozcas en la facultad, con las que hagas trabajos, que tomes mates, que compartis cosas, esas personas van a ser tus amigos toda la vida".
Ella era mi compañera de facultad y ahora...ahora es ella, mi amiga.