lunes, 2 de diciembre de 2013

Primera vez.

Me dijeron que soy "careta" y "una mierda de persona". Imaginate, vengo de pasar una noche regia con un amigo y mi hermana, bailé mucho, me reí, tomé agua y un poco de cerveza, volví caminando sola a mi casa, disfrutando de la mañana de un domingo a las 8.00 am, con el calorcito del verano que se acerca y de la paz de la ciudad, sin autos, bocinas.
Me levanto, entro a mi Facebook y tengo un mensaje de alguien, a quien  había considerado mi amigo y que en su momento me gustó mucho, diciéndome eso. Careta. Careta. CA-RE-TA. C-A-R-E-T-A. Mierda, mierda de persona. Mierda.Mierda.Mierda.Mierda. M-I-E-R-D-A.
En 24 años jamás nadie me había dicho eso, nunca. No sé si porque no se animaron o porque no soy así pero...
Yo sé que no soy así, no soy hipócrita y no demuestro algo si en realidad no lo siento.
Si me caes bien, te lo muestro, si me caes mal, también. Si me molesta algo, te lo digo en la cara, si me haces feliz, también.
Siempre traté y trato de ser sincera, de decir las cosas de una u otra forma pero siempre las digo.
Por suerte, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo y demás personas que han sido importantes (o no) en mi vida, con quienes me he cruzado alguna que otra vez, jamás me dijeron algo así.
No es soberbia pero sé muy bien quién soy y qué tengo como valores, virtudes y defectos.
Me podés acusar de mala onda cuando estoy de mal humor, incluso de volada, porque tengo momentos en los que me desaparezco del mundo y tienen que andar buscándome para saber si vivo o no, qué hago o dejo de hacer. Me podés acusar de un montón de cosas, por mis defectos, pero jamás de careta, jamás de hipócrita y mucho menos de "mierda de persona".
Pero siempre hay una primera vez para todo.
Y duele, mucho.