martes, 29 de mayo de 2012

Mr y yo.

Usabas un jean clarito acompañado de un cinturón beige, una camisa rayada y tenías el pelo un poco despeinado, pero a mi me encantaba.
Siempre me gustaron tus ojos marrones porque esconden un secreto, mirada pícara, de nene que hizo una travesura.
De repente,de tu boca no tan roja nació una sonrisa dedicada a mí. Y te acercaste,mucho.
Lo que sé es que tu boca y la mia se complementaban a la perfección, se llevaban bien, se deseaban.
Todo eso antes de que se termine el sueño, de despertarme.
Aj.

jueves, 24 de mayo de 2012

Buena suerte y hasta luego

Ella y yo solíamos ser mejores amigas. Un día nos prometimos y lo sentimos, amigas para siempre, en las buenas y en las malas. 
Estuvo cuando me enamoré por primera vez y dije mi primer “te amo” en voz alta, cuando lloré por él y maldijo conmigo el día en que me dejó, me convenció de que había mejores hombres ahí afuera y que él no era el único. 
Soportó mis diversos estados anímicos, me siguió en unos cuantos, bromeó conmigo, se río de mí, me reí de ella. Discutimos, nos peleamos, nos amigamos. 
La acompañé en su primer salida al boliche a los quince años, presencié su primer beso y compartimos la alegría del momento. Me convenció verano tras verano pasar en frente del entonces “el amor de su vida” para ver si lo encontrábamos “de casualidad”. 
Viajamos a Bariloche, nos disfrazamos, salimos, compartimos la habitación. 
Por mucho tiempo conformamos “el grupo”, las cinco buenas amigas. 
Nos perdimos, ella y yo, en el campo de mi familia y nos desesperamos cuando vimos que el sol empezaba a desaparecer detrás de esas montañas de tierra, pasto y animales. Nos reimos a carcajadas cuando nos encontraron y estábamos sanas y salvas en la cocina de la casa del campo. 
Nos distanciamos, nos alejamos, nos peleamos. 
Intentamos arreglar la situación, no pudimos. Discusión y buena suerte y hasta luego. 
Así, desapareció, se esfumó. 
Ahora es parte de mi pasado y de un buen manojo de recuerdos, de aquella mejor amiga que tuve y después, perdí.


2009.

martes, 22 de mayo de 2012

Cerrar los ojos.

Cerrar los ojos y que el viento frío golpee tu cara. Cerrar los ojos. Cerrar los ojos y soñar.Sentir.Sentir sus manos recorriendo tu piel. Sentir su voz en tu oído, su boca sobre tu cuello. 
Cerrar los ojos y pensar en esa persona especial. Cerrar los ojos para dormir juntos, entrelazando tus piernas con las suyas. 
Sentir que deja algo en vos, te marca,te muerde, te lastima. 
Cerrar los ojos y acostarte sobre el pasto y oler el suave perfume de las flores, de la naturaleza misma. 
Sentir el agua fría del mar en tus pies, la sal que queda en ellos. Su voz diciéndote "estás salada" luego de haber besado tu hombro. 
Sentir cómo tus dedos se deslizan por esas suaves teclas de un viejo piano y oír la melodía que se desprende. Sentir la música que te rodea: el pájaro que canta, el viento soplando,las hojas de los árboles cayendo, las olas del mar furiosas chocando contra la arena. 
Cerrar los ojos y sentir. Tan solo sentir 

Algún día II.

Cuando esté con alguien vamos a salir a caminar bajo la lluvia durante un rato para volver a casa empapados, sacarnos la ropa mojada, envolvernos en toallas gigantes para secarnos un poco y después directo a la cama para perdernos entre las frazadas y escuchar música combinada con la lluvia.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Fail.

Pensé que había sido clara con lo que quiero, con lo que necesito y con lo que hablo y digo y hago.
Pensé... porque claramente no fue así.
F A I L.

viernes, 11 de mayo de 2012

Momento II.

Hay determinados momentos  en los que me dan ganas de dedicarte todas las canciones que más me gustan, escribirte una catarata de palabras y comas y puntos y versos y metáforas, tocar absolutamente todas mis partituras o tal vez darte todos mis besos y abrazos.
Como ahora.

lunes, 7 de mayo de 2012

No podés.

A veces pienso "no podés ser tan lindo...no podés, ¿cómo hacés?".





"Vos, obnubilante desde el silencio, sos viento de molinos surcando armonía".
Vos de Lisandro Aristimuño.


sábado, 5 de mayo de 2012

Ella.

Nos conocimos cuando éramos jóvenes, bah más jóvenes que ahora, un día cualquiera de un año cualquiera en una estación cualquiera.
Conoce absolutamente todos mis secretos, mis alegrías y por supuesto mis desilusiones y lágrimas. Me vio en carne viva y en lo peor de mis estados: con la nariz colorada por la mucosidad de esas gripes que me atacan casi siempre, con mis ojos hinchados por haber estado llorando noche tras noche y días tras días por el único que me rompió el corazón cuando tenía 15 años, ebria gritando cualquier cosa, cantando, bailando, en mi máximo punto de felicidad.
Me conoce enamorada, enojada, sacando fuerzas de dónde no tenía, con amigos, sin amigos, tomando cerveza o un té, comiendo como glotona o sin comer por días, extrañando o pasándola absolutamente bien, sintiéndome sola o acompañada.
-Va a estar todo bien,amiga, tranquila, vas a ver, todo va a estar bien- me dijo en mis veranos de 16 años cuando estábamos sentadas en la rambla y yo lloraba porque sentía que mi mundo se caía a pedazos chiquitos, en cámara lenta.
- Va a estar todo bien, lo cagamos a trompadas amiga, vas a ver que va a pasar todo- me dijo el año pasado a los 22 años cuando descubrí que mi ex tenía una doble vida y sentía que mi mundo se volvía a caer por apostar a un nuevo amor.
Me conoce y eso es suficiente.
Para mí no se aplica la frase “para siempre” a una pareja, para mi se aplica a esa persona que pasó las mil y unas con vos y no te abandona, sigue firme a tu lado pase lo que pase.
Para mi esa persona es Lucía, con sus rulos locos, sus anteojos negros, sus mambos, sus ataques de “no sé qué me está pasando, no aguanto más”.
Ella es Lucía, mi amiga, la que tiene la llave de mi casa (es decir, mi vida). Ella.
Para vos amiga, ¡Feliz Cumpleaños!

miércoles, 2 de mayo de 2012

Momento.

Ese momento donde no sabés si mandar a la mierda a una persona o callarte para no generar quilombo.