sábado, 30 de marzo de 2013

Y vos...

Hola sí, ¿viste cuando tenes dos problemas gigantes en la cabeza? o tres, o cuatro? si intentar con ese flaco que tiene un "noséqué" pero sabiendo que no tenés un futuro o por lo menos no te ves en un futuro con él, y ese hermano de tu amiga que sabés que es "prohibido" pero que eso es justamente lo que te atrae o conocer a un chico de por ahí,ponele Colombia, y que sea super buena onda o tomar un café con alguien que te dice "yo no estoy para pelotudeces, ya estoy "viejo"" .
Y volvés en taxi con tu hermana y la amiga de tu hermana, hablando de chicos, ebrias, riendo y apenas pudiendo teclear algo decente pero sentís la necesidad de tomar esa taza de té de manzanilla, canela y miel para aliviar el malestar, la resaca, la culpabilidad pero que te ayuda a reflexionar.
Hola sí, porque mientras estás en el taxi sentís el viento suave en tu  cara, no acotas palabras, reflexionás (como siempre) acerca de todo lo que pasó o lo que puede llegar a pasar, y se te mezclan las letras y las palabras y todo sale como sale y ya, no te preocupas por la ortografía o la sintaxis o gramática, realmente te "chupa un huevo".
Hola sí, dormís con tu mamá y te tranquilizas. Hola sí, rememorás una canción y ahora yo me remonto a ese puto crucero donde estabas vos, tus mordidas, tu risa, tus ojos marrones y tus abrazos.
Pero sobretodo tu ternura.
Al final, no importa lo que piense o sienta o me pase, siempre vuelvo a vos, siempre pienso en vos y en el mar y en esa canción que SIEMPRE pasaban en el boliche y bailábamos juntos y en el sabor de tus besos y lo dulce de tus abrazos y tu mirada directo hacia mis ojos, sintiéndome incómoda y desnuda ( a pesar de estar vestida de pies a cabeza) y el mar de fondo y tu mano en mi cintura  y el sol asomando de manera tímida en el horizonte y vos...vos suspirando de placer.

domingo, 17 de marzo de 2013

Te busco.

Me encuentro buscando tu cara entre las caras de todos en el boliche, entre los vasos de cerveza, las risas y las luces de colores.
Te busco, te busco en cada perfume de hombre, en cada mano apoyada en mi cintura, en cada gesto amistoso y empujones que me dan para poder pasar entre esa marea de gente.
Y al no encontrarte te imagino por ahí, haciendo lo mismo que yo en otro lado, en la otra punta del país o cerca, en algún lugar, riéndote y abrazando a otra persona o tal vez hablándole al oído.
Vuelvo caminando con mis amigos, una, dos,cinco cuadras, con el ruido de los tacos que retumban entre las paredes de los edificios y las calles vacías de gente en Buenos Aires, porque claro: es domingo a las 7.00 am.
Muero de ganas de sentir tu mano acariciando mi pelo hasta que yo me duerma o tal vez que me des un beso en la mejilla o me muerdas un poquito, como hiciste esa noche donde nos besamos por primera y última vez.
Hace frío, las frazadas no logran que entre en calor para que duerma tranquila porque te busco... te busco en todos lados.


domingo, 10 de marzo de 2013

Vivo.

Y entonces me da un beso mirándome a los ojos y diciendo "pero boluda, ¿qué me estás diciendo?" y yo no puedo hacer otra cosa que sonreír, con el alma, con el pucho en la mano, con todo.
Y entonces vuelvo caminando con una amiga desde Av. Córdoba y Laprida siguiendo el olor de unas facturas recién hechas hasta encontrar un café en una esquina cualquiera de Buenos Aires y pedir dos lágrimas y tostado de jamón y queso.
Y entonces vuelvo a hablar, en ese lenguaje de ebria de cuando tenes 20 y tantos años, de mi ex, de mi otro ex, de ese que no me pudo dar lo que yo quise, mientras disfruto de mi tostadito, tranquila.
Y voy  caminando las cuadras que quedan hasta llegar a casa, sintiendo el viento que apenas hace mover mi pelo (ese que me llega hasta la cintura) para atrás, obligándolo a esconderse detrás de mis orejas, cerrando los ojos para sentirlo con todos mis sentidos.
Y entonces camino, escucho una conversación de dos amigos mientras se fuman un pucho "si porque la verdad ya no daba para más" y yo sola, camino sola, siento las hojas bailar en mis pies que están envueltos en sandalias con taco de corcho, siento el viento jugando con mi pelo, veo un caniche cagando (porque es la hora en que los dueños sacan a sus perros a pasear), un fox terrier sonriendo, los dedos que juegan con las rejas de esas ventanas de planta baja de los edificios y pienso "¿qué más puedo pedir?, siento todo, huelo, escucho, gusto".
Y entonces todos me miran, los porteros curiosos, las señoras "oligarcas" con sus perros de raza, el sol que me traspasa y hace que cierre los ojos, la increíble noche con mis amigos, el reencuentro con alguien de hace mucho tiempo ,las burlas de esos que forman parte de la barra del boliche (mis pensamientos de "qué imbéciles"), mi amiga riéndose, el llamado a mi hermana para estar tranquila que está bien.
Y entonces "caigo": esta soy yo, un domingo a las 9.20 de la mañana volviendo de "joda", sola, con la sonrisa más grande instalada en mi cara y el recuerdo de una excelente noche con amigos.
Soy yo y vivo, vivo, y soy feliz, vivo y estoy triste, vivo y siento TODO.

jueves, 7 de marzo de 2013

Mis amigos.

Todavía me sigo sorprendiendo de cuán maravillosos son los amigos que tengo porque al menor pedido de ayuda, apenas digo "Loco, estoy mal," aparecen para hablar, para escucharme, para dejar que exprese todo lo que siento desde el otro lado del continente, desde un país cercano o estando a 40 minutos de viaje, a media cuadra,sean las 4 de la mañana, las 9 de la noche, las 3 de la mañana.
Jamás me juzgan, se ríen conmigo (a veces también de mí), me alientan, me motivan, me dicen palabras cariñosas y cuánto me quieren.
Esos son mis amigos, esa es la gente que más amo en este mundo. Y por ellos, la vida.