Cambio de humor.

Entonces iba en el bondi porque recién salía de la facultad, con un humor muy particular de "quiero estar tranquila, no estoy de buen humor,estoy cansada de todo, me quiero ir al carajo", y cuando miró descubro a un amigo que fue y es importante para mi, aunque  hace unos..¿2 o 3 años? que no nos veíamos.
Un abrazo, un "te quiero mucho" y ponernos al día en esos 10 minutos hasta que él bajó del colectivo fue lo ideal para cambiar mi humor.
Y que encima después me llame una de mis mejores amigas de la escuela diciendo "cenamos y después hay fiesta, dale,hace mil años que no salimos las tres juntas (por otra amiga que también está con ella)" termina de cambiar por completo mi estado de ánimo.
Cuando me estoy empezando a sentir un poco sola me pasan estas cosas y  me hacen replantear ese sentimiento.No,no estoy sola.

Dia de furia.

No soporto estar en un lugar público,ponele una parada de colectivo, y que haya una pareja que NO PARE de demostrarse "cariño" o ir en el bondi tratando de evitar escuchar cómo tu lengua,pendeja de mierda, se enrosca con la lengua de él a modo de succión. Un poco de decoro,por favor.
Me molesta muchísimo esas personas que cuando ya se están quemando las papas corren hacia vos para que trates de solucionar el problema, entonces como vos también dependes de resolver eso, tratas de poner la mejor onda.
No hay cosa que me moleste más que los intolerantes que apenas descubren un defecto en el otro ya se niegan a darle una oportunidad, se cierran como un caracol y no salen de ese pensamiento, no hay forma de hacerles cambiar de opinión. Basta de buscarle el pelo al huevo, si uno quiere a la persona la quiere como es y aprende a aceptar sus defectos.
A ver, ser quemidedosmetros,mirá un poquito a tus costados y fijate que no todos tuvimos el don de nacer altos y no tengo porqué tener tu axila cerca de mi nariz, NO me copa sentir tus olores, si? y no estoy hablando de cuando el colectivo va lleno,no, digo cuando hay lugar para que te acomodes bien.
Y por último, no me copan esas personas que te quieren ver pero después cuando proponés algo dicen "Te confirmo", a ver, si vos me propusiste encontrarnos no me digas después "ah no,la verdad que no puedo", ¿para qué carajo me decis de verme? avisame cuando puedas y listo.

Ganas,ganitas.

Tengo ganas de besos con sabor a coca-cola y fernet.
He dicho.

Sh.

Yo no quiero decir nada pero...estar sin nadie al lado pero no completamente sola me está gustando bastante mucho.

Vivir.

Escuchar tu canción preferida, reir con amigos a carcajadas hasta que el estómago te empiece a doler, llorar hasta sentir que no hay más lágrimas, besar a la persona amada, bailar hasta que duelen los pies, hablar con una amiga antes de dormir y con la habitación a oscuras, mirar una película mientras comés pochoclos o chocolate o algo rico, tomar una cerveza al aire libre, mojar los pies en el mar, caminar en patas sobre el pasto recién cortado, hacer el amor, dormir siesta, andar bajo la lluvia, un abrazo, cantar a gritos,volver a juntar ese corazón que está hecho pedazos, extrañar, conocer gente nueva, cocinar y que digan "¡qué rico!", la sensación previa a estornudar y después "¡ACHIS!", aprender a hacer algo nuevo, viajar, decir "te amo"/ "te quiero", terminar con una relación, nadar, un almuerzo o cena familiar.
Todo eso y  más. ESO es estar vivo.

Pensamiento.

Al lado de la cama hay unas valijas olvidadas, un placard de puertas blancas y unas cajas ordenadas en forma de torre de babel arriba de un acolchado que está limpio de la tintorería.
A la izquierda hay dos ventanas: una que funciona como puerta hacia el balcón y la otra "normal", decoradas con cortinas blancas, suaves, puras.
Un almohadón tirado por alguna esquina, una bolsa con remeras y otra con zapatos, una lámpara de lava colorada y una bolsa con dos regalos al lado de un banquito que funciona como apoya-libros.
La única iluminación en la habitación es el reloj digital marcando las 2.30 am emitiendo música lenta y la voz de un locutor demasiado despierto para mi gusto.

Pruebo dar vueltas, correrme hacia la izquierda y después a la derecha, envolverme en las sábanas o dejarme libre, abrazar la almohada con un brazo o con el otro, ponerme boca abajo o colocarme en el medio de la cama de plaza y media.
Finalmente,cansada de tratar de encontrar una posición para dormir, me quedo boca arriba y miro hacia el techo como buscando alguna respuesta.
Abrazo mis dos peluches pero segundos después los dejo a un costado y pienso en su boca, sus ojos, su forma de mover las manos, cómo estaba vestido ese día o el otro, la curiosidad de saber cómo es su pelo.
Me duermo con una sonrisa.

Algún día.

Cuando vuelva a tener una pareja voy a tomar una buena copa de vino mientras bailamos al ritmo de Frank Sinatra y afuera se cae el mundo a través de gotitas y gotitas y granizo y truenos y relámpagos.

He dicho.

Siempre.

Él, sus ojos celestes como esas playas de arena blanca que generan paz, y sus 2 metros de altura mirando el árbol que se encuentra en el jardín de la casa del campo para poner una hamaca casera.
Él sosteniéndome con la ayuda de su metro noventa  y mis 3 o 4 años, sentados arriba del caballo enseñándome a andar despacito, con tranquilidad, por el campo.
Él, y su metro ochenta y cinco, contando las ovejas y corderos y capones y borregos en el corral del campo mientras me vigila cuando estoy jugando cerca de los animales.
Él,  y su metro ochenta y dos, manejando en la camioneta y ella riendo a dúo conmigo porque no podía encontrar la calle para salir de la rotonda y damos 1,2,3 vueltas hasta que finalmente salimos de ese círculo de cemento para seguir camino a nuestra casa.
Él, con su silencio y metro ochenta , mientras almorzamos pastas caseras o asado y sus ojos celestes, como  el cielo cuando no está nublado, observando a todos.
Él escondiendo los papelitos de los caramelos, prueba del posterior dolor de estómago que solo le permite tomar una sopita de vegetales o un puré de papas, arriba de un modular con la ayuda de su metro setenta y ocho.
Él riendo pícaramente  cuando le preguntó si aquella señora que vive en X pueblo fue su novia o algo más que amiga cuando eran jovencitos.
Él caminando, con su metro setenta y  gracias a la ayuda  de su co-pilota de vida, por el pueblo o por la vereda de casa.
Él con sus ojos celestes cerrados y su metro sesenta y cinco,  descansando plácidamente sin saber quién o quiénes están a su alrededor.
Él, acompañándonos en su despedida y mirando sonriente por encima de nosotros cuando le decimos “chau” o lo recordamos en esos instantes previos a que se quede para siempre en ese lugar.
Él, mi abuelo. Y por supuesto, sus dos metros. Gigante.

Las cartas sobre la mesa.

Si en ningún momento te dije que estoy enamorada de vos, que sos especial para mi, que "me gustas" o que me provocas algo entonces es justamente porque no estoy enamorada de vos, no sos alguien más especial que los demás, no me gustas y no me provocas nada fuera de lo normal.

Detesto que piensen que hay sentimientos donde no los hay, haciéndose una novela rosa al pedo ( o en su  defecto "los divos" porque piensan que una está enganchada y  nada que ver).

He dicho.

Amistad y Amor.

Me dijeron que no soy "tierna", "romántica" ni "tan expresiva", no sé si fue una forma de recriminarme o de solamente querer hacerme notar esa característica.
Pero soy capaz de escribirte poemas y textos con las palabras más hermosas que pueda y encuentre para expresarme, tocar una canción en el piano solo para tus oidos, hacer una fila de tres horas en el cine solamente porque quiero verte sonreir al ver la entrada para "esa" película, gastarme mis ahorros para invitarte a ir un recital o un helado o lo que a vos te guste hacer, armar cartulinas con fotos y frases, vencer las barreras y besarte de sorpresa porque me dan ganas, abrazarte, morderte, ir a las 3.00 am solo porque me decis que estás triste e intentar subirte el ánimo aunque me tenga que levantar a las 5.00 am, acordarme de las fechas exactas cuando nos dimos un primer beso o de lo que hablamos hace años y que era importante para vos, defenderte con uñas y dientes,  valorar día a día tu amistad, decirte la verdad a pesar de que te duela, abrirte los ojos cuando estás viendo una realidad totalmente diferente, compartir tus chistes y las risas, preocuparme por si sos feliz y con quién, interesarme en tu vida, en tus estudios, trabajo y hobbies, pasar horas buscando el regalo perfecto.
No soy "tierna", "romántica" ni "tan expresiva", pero cuando te quiero, te quiero con mi alma y corazón.

Esos maravillosos días.

Hoy es uno de esos días en los que apenas abrí los ojos sentí ganas inmediatas de saltar de la cama y ponerme a escuchar música todo el día mientras bailo y canto y sonrio y hablo y disfruto.

Hoy es uno de esos días en los que pienso "qué linda que es la vida".

Chau meses de angustia, hola volver a estar completamente bien y feliz :).