domingo, 3 de noviembre de 2013

No me decido.

Tengo muchas ganas de escribir sobre varias cosas pero no me decido por cuál: de cómo me va en la tesis, del documental de Katy Perry que estoy viendo exactamente a las 6.42 am después de una noche de baile y birra, de lo posesiva que me vuelvo con mis amigos  (hombres, aclaro), de mi amigo que me vino a ayudar cuando tuve que subir 2 sillones de un cuerpo y uno de 2 cuerpos por cuatro (si CUATRO) pisos, de mi chongo que no aparece, de cómo me siento feliz estando con amigos en cualquier bar mientras tomamos cervezas, de cómo me amigué con un amigo que hace mucho no veía, de las ganas que tengo de encontrar un compañero, un novio.
De las cosas que me duelen: mi compañera de trabajo histérica que me contesta muy mal, de las peleas con mi mamá, de las ganas que tengo de pasar las fiestas con mi familia pero no puedo por mi trabajo, del dolor que tengo en el dedo índice de la mano izquierda por ayudar a un amigo a sacar los restos del vidrio del auto porque le robaron el estereo y me corté, de las ganas de que reviente el mundo, de mandar a todo y todos a la mismísima mierda y que me dejen tranquila, de empezar de nuevo, de no sufrir.
Puedo escribir sobre nuchas cosas: del quilombo que es mi casa, de las amistades que siempre están dispuestas a ayudarme, de cómo estoy retomando mis clases en el gimnasio, mis horarios, de lo cansada que vuelvo del trabajo y de cursar, de la cachorrita que le regalamos a mamá, de las ganas de formar una familia pero siento que falta muchísimo tiempo, de lo ebria que estoy en este mismo momento, de las risas de mis amigos cuando ven que saco de mi cartera unas chatitas o /y ojotas para poder cambiarme los tacos de 109129 metros  y que no me duelan los pies, de mi abuela que está inmersa en su propio mundo y muchas veces no se acuerda que estoy en Buenos Aires y no voy a ir a tomar el té con ella, de lo feliz que soy pasando un tiempo con mi mejor amiga o tomando algo a la vuelta del bar de la Universidad con mis amigos de Comunicación, de la risa de Sofi cuando digo alguna pavada, de las miradas con Agustín (y que nos entendemos), del cariño que siento de las personas que me rodean, del pucho compartido, del sol asomando por la persiana del living, de la HzO que estoy tomando en este momento para aliviar la sed, de mis nuevos sillones, de lo mucho que ansío cumplir mis objetivos, de admitir que soy materialista y que realmente deseo tener un buen pasar en un futuro no muy lejano manteniéndome sola sin ayuda de mis viejos, de mi sueño de vivir en otro país para aprender el idioma y la cultura., de mi amigo que se niega a contarme qué le está pasando realmente, de ese profesor que me gusta hace dos años.
Tengo muchas ganas de escribir sobre muchas cosas pero no me decido por cuál.

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