sábado, 24 de noviembre de 2012

Se pierden.

Ella llega a la casa de él, se saludan con un beso en la mejilla, suben por el ascensor hasta el departamento y se ponen a conversar mientras encienden un pucho.
Se miran, se ríen, escuchan música y pareciera que no hace falta nada más, están ellos dos, solos, compartiendo las horas que van pasando bastante rápido.
Depende de lo que él tenga en su casa se toma Coca o cerveza, y los vasos se pierden en la mesa que está llena de cosas: un faso perdido en una esquina, unas órdenes del médico por allá, una tarjeta de obra social, otros vasos.
Siguen conversando con música de fondo hasta que se miran insinuantes y ella ya sabe lo que viene después: un beso, de esos que la desarman por dentro, la mano de él en su cuello o sobre su  pelo, gesto que él sabe que "la puede".
Se levantan y sonriendo van hacia la habitación, como siempre nunca se sabe lo que se puede llegar a encontrar ahí porque él tiene toda la ropa tirada alrededor de su cama, ella dice, entre risas "ok, estoy sentada como en una isla, tu cama es una isla rodeada por toda tu ropa".
Se ríen hasta que él la silencia con un beso y poco a poco las prendas van cayendo, se van perdiendo en ese mar de ropas de él y empiezan a confundirse con la ropa de ella hasta que no se sabe de quién es ese pantalón, esas medias, porque ya no son las ropas de ella y de él, sino que son una sola.
Y como siempre, al otro día ella se va con un sentimiento amargo, triste. Porque ella se dio cuenta que lo quiere pero también sabe que él no va a cambiar, que él está bien así como está.
Entonces camina las 7 cuadras que la separan de su casa, se distrae con las personas que caminan por el boulevard, y cada paso que da se esfuerza por olvidarse de él. Siete cuadras, siete cuadras que va con el corazón estrujado hasta que llega a su casa y todo vuelve a ser como siempre: ella se junta con amigos y se caga de risa y él, él se pierde.

2 comentarios:

Lu dijo...

Qué karma tenemos a veces con los amores que lastiman... Beso.

Unknown dijo...

Cómo me encantan esas descripciones. Celebro eso!

Besos.